“EL YOGA Y LA PSICOLOGÍA OCCIDENTAL” H. Sequeira

“El Yoga y Psicología occidental” Geraldine Coster, Oxford University, 1934

Edición, Motilal Banarsidas, Delhi.

          “El Psicoanálisis, se dice, proporciona confianza y equilibrio, pero para muchos psicoanalistas, conduce a un callejón sin salida, lo que hace que occidente mire hacia la psicología y filosofía oriental”, G. Coster.

          La autora hace un breve estudio sobre el psicoanálisis y su terapéutica en relación a Freud, Jung y Adler, en un trabajo bien presentado. Freud estaba especializado en enfermedades del sistema nervioso y otras patologías relacionadas con el tratamiento psicológico. Sin embargo, tenía una fijación en cuanto a la sexualidad en sus tratamientos, mantenía que todos los desordenes mentales tenían su origen en alguna anomalía o desviación sexual. Jung lo negaba, y por su lado estudió los sueños y el inconsciente. Adler añadió “la voluntad al poder”, como vehículo conductor hacia la evolución humana. También advirtió que este procedimiento también podía acabar en neurosis. A raíz del trabajo de estos tres pioneros de la psicoterapia, han surgido innumerables ramificaciones.

          La búsqueda de psicoanalistas por parte de personas con desordenes mentales, ha ido creciendo sin parar; esperando que se produzca un milagro a cambio de un billete; muchos son incapaces de mantener un rumbo por diferentes razones, dice Coster. “Además de psicoanalistas reconocidos, existe otra pléyade de seudo-terapeutas con su particular tratamiento“, que probablemente tendrá otro impacto más sobre la condición física, mental y espiritual, de la desafortunada víctima”

          Son las carencias psico-emocionales y espirituales las que crean el problema. Y estos “pacientes” buscan ayuda en los psicoanalistas. Por otra parte, las personas que acuden al Yoga, van como “estudiantes”, para aprender, practicar e incorporar gradualmente el Yoga en sus vidas. Con esta actitud mental, el estudiante de Yoga, acepta la disciplina y desarrolla una filosofía personal de la vida, que le ayuda a enfrentarse a todo tipo de ansiedades y agonías. “La meta del Yoga es una auto-dirección consciente, donde la consciencia se incrementa y la inseguridad disminuye” añade Coster.

          La tesis fundamental de los psicoanalistas, se basa en que la enfermedad de la humanidad tiene su origen en la ignorancia y la forma de sanar, es mediante el auto-conocimiento. La meta del Yoga es la auto-realización. Curiosamente, las metas de ambos son similares, según la autora. La escritora aporta en su libro un breve sumario de los Yoga Sutra. Subraya que los preceptos de Patañjali, son instrucciones prácticas para obtener determinados estados psicológicos. Muestra al estudiante de Yoga como “lograr” y no como “creer”. Patañjali es un científico pragmático del Alma. Recomienda la meditación como un método para entrenar la consciencia humana.

          El Yoga busca una meta transcendental: desatar las ataduras del Ser Presencial (el Alma), de la influencia del mundo material, desactivar al Ser del mundo de las experiencias.

          Mayoritariamente, el ser humano está perdido y confuso en su propio mundo mental constituido por sentimientos, pero cuando el Yoga logra su cima, la consciencia personal brilla “como la llama de una vela, permanentemente inmóvil”, en ese momento único, es posible para el alma atada a un cuerpo, reconocerse a sí misma como un ente independiente y percibir conscientemente su naturaleza verdadera”.

          “Para llegar a obtener esta iluminación de la consciencia, Patañjali, ofrece al estudiante un curso práctico de psicología (El sendero de los 8 pasos), transformado su comportamiento, relaciones, aparato psico-físico, respiración, órganos sensoriales y la mente, su sique, llevándole hasta la presencia de su Alma” dice Coster.

          El punto de vista del Yoga y del psicoanalista coinciden, en que nada se puede hacer, a menos que la persona este voluntariamente dispuesta a cambiar todos los hábitos compulsivos de su mente y sus emociones, desde cero. El psicoanalista sugiere liberar del control tenso de las ideas fijas de inferioridad personal, del pecado y la culpa, del miedo mismo y de la importancia personal. Aceptándose uno mismo con sus limitaciones y las de los demás, se logra un desarrollo máximo.

          “Si se pierden los poderes físicos, mentales y psíquicos normales, el psicoanálisis reduccionista resulta impotente. En este campo, el Yoga tiene mucho que decir y ofrecer – al psicoanalista -, mientras trata de construir una personalidad desde cero, ayudando a recuperar muchas fuerzas perdidas”.

          El Yoga asume una disciplina no compulsiva, que sigue unas líneas científicamente diseñadas. Este punto de vista del Yoga, se acepta en la Terapia Analítica. Y es en este campo de la sicoterapia donde se pueden integrar las ideas del Yoga. El propio psicoanalista debe realizar un entrenamiento completo en Yoga, sumado a la experiencia que le proporciona el psicoanálisis.

          Coster establece un estudio comparativo de los distintos procesos y procedimientos que sigue el psicoanálisis y ofrece excelentes referencias de los Yoga Sutra, que pueden ayudar al psicoanalista a expandir su comprensión y naturaleza de las emociones, mente, sique y alma.

          “Los Yoga Sutra poseen la información que los psicoanalistas más evolucionados están buscando. En Yoga y psicoterapia convergen lo viejo y lo nuevo. La sabiduría y el genio de ambos, combinados para crear una verdadera Auto-Consciencia” Concluye la autora.

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