Potenciar la inmunidad ante el estrés mental

          No es cuestión de que causa el estrés mental, sino que tipo de mente (personalidad) responde descontroladamente ante una gran carga de estrés. La mente humana es sumamente compleja y complicada, las situaciones que cada uno debe encarar en la vida son diferentes. Por lo tanto, no existe una respuesta o soluciones fáciles para establecer una forma única en que estas mentes pueden afrontar las situaciones de estrés.

No esperes a que tu nivel de estrés se convierta en pánico y destruya tu vida, desarrolla una batería de inmunidad anti-estrés mediante el entrenamiento multidimensional del Yoga.

            Existen muchos factores ocultos en el estrés. Detrás del estrés físico pueden esconderse episodios de pérdida de energía, falta de voluntad, hábitos de vida desordenados, fatiga y carencia de relajación, una mente débil y pérdida de dirección en la vida. Todos estos factores deben ser considerados desde una visión holística para formular una estrategia para enfrentarse al estrés.

El factor más importante en el estrés – en términos técnicos: distress (angustia), es el tipo de personalidad:

  • Una mente distraída y perezosa está predispuesta a sufrir estrés.
  • Una personalidad emocional fácilmente irritable y agitada, es incapaz de manejar el estrés.
  • Una persona caprichosa, que funciona a nivel sensorial, se verá envuelta en una reacción de estrés en cadena.
  • Un estado de agitación emocional elevada incapacita al individuo para realizar su trabajo  correctamente, demasiados frentes abiertos, es como una telaraña de presión que le envuelve permanentemente.
  • En un estilo de vida hedonista, el dolor puede hacer estragos y el estrés se convierte en una incontrolable bola de nieve.
  • Las reacciones constantes a las demandas cotidianas, deja a la mente exhausta y debilita la inmunidad vital, uno es incapaz de enfrentarse con serenidad a situaciones estresantes.
  • Una mente que carece de concentración, fuerza de voluntad y fe, sucumbe ante las demandas continuas del estrés.

El individuo perezoso y el status quo.

Todos ansiamos un lugar plácido y seguro donde vivir. Un entorno natural y una convivencia amigable y sin problemas. Pero detengámonos un instante, hagamos un análisis sencillo de la realidad, una pequeña reflexión; veremos que la característica fundamental de esta creación es el cambio permanente.

El cuerpo cambia con la edad, sufre continuas transformaciones biológicas y psicológicas, lentamente se va debilitando. La energía de antaño va desapareciendo. Nuestras relaciones interpersonales no son tan buenas como desearíamos. Aquel idealismo de la juventud se va desmoronado gradualmente ante las embestidas de la vida. La economía es como una montaña rusa, la incertidumbre de que pasará mañana nos mantiene en vilo. Cualquier plan que diseñes, puede desaparecer en cuestión de segundos. Nuestras aparentemente sólidas ideas de soberbia e invencibilidad, pueden desvanecerse al instante ante acontecimientos adversos. La aparente y falsa inmunidad, basadas en la ciencia y tecnología, se pueden evaporar en un instante de zozobra y crisis, ante la amenaza de un virus o bacteria inocuo. El pensamiento lineal y racional puede ser pulverizado ante fuerzas y acontecimientos de origen desconocido. Para una personalidad limitada, sin entrenamiento psicológico o espiritual, todo parece hostil generando una fragmentación síquica ante cualquier episodio severo de estrés multifactorial.

Instrucción/Formación del Yoga

El Yoga dispone de un sinfín de ideas, prácticas y pautas de conducta para desarrollar una personalidad fuerte:

  • Reglas éticas y morales de comportamiento que reducen notablemente el estrés en las relaciones interpersonales, potenciando la benevolencia y positividad.
  • Formación psico-física: entrenamiento conjunto del binomio cuerpo-mente, desarrollando un nuevo entendimiento y cooperación entre ambos; y que el cuerpo con su infinito potencial de recursos y facultades, pueda aprender a sanarse por sí mismo de las heridas producidas en las batallas del estrés, en un escenario de combate propiciado por el estilo de vida tan agresivo que impone la sociedad.
  • Incremento y conservación de la energía vital: como un avaro va acumulando gradualmente riqueza, así deberíamos cuidar nuestro nivel de energía, evitando un derroche innecesario causado por un temperamento necio y equivocado, hábitos erróneos de salud y estilos de vida tóxicos.
  • Entrenamiento sensorial: al igual que los caballos salvajes salen en estampida cuando se asustan, lo mismo los sentidos humanos funcionan descontrolados desorganizando la mente y anulando la inteligencia.
  • Búsqueda de tu tutor/maestro: crear el hábito a diario de chequear y analizar nuestro estado interno, con ayuda de nuestro Ser o Alma (maestro-consejero), mediante la práctica de reflexión y meditación. En lo más profundo del Ser encontraremos respuestas y maneras de afrontar el estrés.
  • Desarrollar la fe en una Realidad Superior, cuyo amor y sabiduría ilimitada pueden ayudarnos en situaciones de extrema tensión y estrés.

H. Sequeira, Y&TH, Feb. 2002

EPIFANIO CASTILLO

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