YOGA SŪTRA II.15 – S . H. ĀRANYA

Comentario de Vyāsa

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परिणामतापसंस्कारदुःखैर्गुणवृत्तिविरोधाच्च दुःखमेव सर्वं विवेकिनः॥१५॥

||2.15|| sarvasyāyaṅ rāgānuviddhaścētanācētanasādhanādhīnaḥ sukhānubhava iti tatrāsti rāgajaḥ karmāśayaḥ. tathā ca dvēṣṭī duḥkhasādhanāni muhyati cēti dvēṣamōhakṛtō.pyasti karmāśayaḥ. tathā cōktam — “nānupahatya bhūtānyupabhōgaḥ saṅbhavatīti hiṅsākṛtō.pyasti śarīraḥ karmāśayaḥ” iti. viṣayasukhaṅ cāvidyētyuktam.

yā bhōgēṣvindriyāṇāṅ tṛptērupaśāntistatsukham. yā laulyādanupaśāntistadduḥkham. na cēndriyāṇāṅ bhōgābhyāsēna vaitṛṣṇyaṅ kartuṅśakyam. kasmāt, yatō bhōgābhyāsamanu vivardhantē rāgāḥ kauśalāni cēndriyāṇāmiti. tasmādanupāyaḥ sukhasya bhōgābhyāsa iti. sa khalvayaṅ vṛścikaviṣabhīta ivā||śīviṣēṇa daṣṭō yaḥsukhārthī viṣayānuvāsitō mahati duḥkhapaṅkē nimagna iti. ēṣā pariṇāmaduḥkhatā nāma pratikūlā sukhāvasthāyāmapi yōginamēva kliśnāti.

atha kā tāpaduḥkhatā sarvasya dvēṣānuviddhaścētanācētanasādhanādhīnastāpānubhava iti tatrāsti dvēṣajaḥ karmāśayaḥ. sukhasādhanāni ca prārthayamānaḥ kāyēna vācā manasā ca parisyandatē tataḥ paramanugṛhṇātyupahanti cēti parānugrahapīḍaābhyām dharmādharmāvupacinōti. sa karmāśayō lōbhānmōhācca bhavatītyēṣā tāpaduḥkhatōcyatē. kā punaḥsaṅskāraduḥkhatā, sukhānubhavātsukhasaṅskārāśayō duḥkhānubhavādapi duḥkhasaṅskārāśaya iti. ēvaṅ karmabhyō vipākē.nubhūyamānē sukhē duḥkhē vā punaḥ karmāśayapracaya iti.

ēvamidamanādi duḥkhasrōtō viprasṛtaṅ yōginamēva pratikūlātmakatvādudvējayati. kasmāt, akṣipātrakalpō hi vidvāniti. yathōrṇātanturakṣipātrē nyastaḥ sparśēna duḥkhayati na cānyēṣu gātrāvayavēṣu, ēvamētāni duḥkhānyakṣipātrakalpaṅ yōginamēva kliśnanti nētaraṅ pratipattāram. itaraṅ tu svakarmōpahṛtaṅ duḥkhamupāttamupāttaṅ tyajantaṅ tyaktaṅ tyaktamupādadānamanādivāsanāvicitratayā cittavṛttyā samantatō.nuviddhamivāvidyayā hātavya ēvāhaṅkāramamakārānupātinaṅ jātaṅ jātaṅ vāhyādhyātmikōbhayanimittāstriparvāṇastāpā anuplavantē. tadēvamanā dinā duḥkhasrōtasā vyuhyamānamātmānaṅ bhūtagrāmaṅ ca dṛṣṭvā yōgī sarvaduḥkhakṣayakāraṇaṅ samyagdarśanaṅśaraṇaṅ prapadyata iti.

guṇavṛttivirōdhācca duḥkhamēva sarvaṅ vivēkinaḥ. prakhyāpravṛttisthitirūpā buddhiguṇāḥ parasparānugrahatantrī bhūtvāśāntaṅ dhōraṅ mūḍhaṅ vā pratyayaṅ triguṇamēvā||rabhantē. calaṅ ca guṇavṛttamiti kṣiprapariṇāmi cittamuktam. rūpātiśayā. vṛttyatiśayāśca parasparēṇa virudhyantē, sāmānyāni tvatiśayaiḥ saha pravartantē. ēvamētē guṇā itarētarāśrayēṇōpārjitasukhaduḥkhamōhapratyayāḥ sarvē sarvarūpā bhavantīti, guṇapradhānabhāvakṛtastvēṣāṅ viśēṣa iti. tasmādduḥkhamēva sarvaṅ vivēkina iti.

tadasya mahatō duḥkhasamudāyasya prabhavabījamavidyā. tasyāśca samyagdarśanamabhāvahētuḥ. yathā cikitsāśāstraṅ caturvyūham — rōgō rōgahēturārōgyaṅ bhaiṣajyamiti, ēvamidamapi śāstraṅ caturvyūhamēva. tadyathā — saṅsāraḥ saṅsārahēturmōkṣō mōkṣōpāya iti. tatra duḥkhabahulaḥ saṅsārō hēyaḥ pradhānapuruṣayōḥ saṅyōgō hēyahētuḥ. saṅyōgasyā||tyantikī nivṛttirhānam. hānōpāyaḥ samyagdarśanam. tatra hātuḥ svarūpamupādēyaṅ vā hēyaṅ vāna bhavitumarhatīti hānē tasyōcchēdavādaprasaṅga upādānē ca hētuvādaḥ. ubhayapratyākhyānēśāśvatavāda ityētatsamyagdarśanam tadētacchāstraṅ caturvyūhamityabhidhīyatē.

 

¿ Como es posible que los Yoguis no encuentren satisfacción en el disfrute de los objetos mundanos placenteros ?….

 

परिणामतापसंस्कारदुःखैर्गुणवृत्तिविरोधाच्च दुःखमेव सर्वं विवेकिनः॥१५॥

pariṇāma tāpasaṅskāra duḥkhairguṇavṛttivirōdhācca duḥkhamēva sarvaṅ vivēkinaḥ||15||

 

Las personas discriminativas aprehenden (por analisis y

anticipacion) que todos los objetos mundanos son

dolorosos porque al final causan sufrimiento,

en sus experiencias aflictivas y latencias,

y a causa de la naturaleza contraria

de los Guṇas (producen cambios

continuamente)1||15||

 

 

La experiencia de felicidad se debe al apego hacia los objetos animados (por ejemplo esposa y familia) o inanimados. De este sentimiento de felicidad se origina el Karmāśaya basado en el apego. De la misma forma, los objetos que causan sufrimiento son odiados por todos y todos los seres humanos quedan en estado de estupor por ellos. Así es como nace el Karmāśaya del odio y estupefacción. Así ha sido explicado anteriormente. No es posible disfrutar de algo sin dañar a otros. En el disfrute de objetos, también se forma el Karmāśaya corporal basado en la maldad. Por eso, al disfrute de objetos se le llama ignorancia. En otras palabras, cuando a través de la satisfacción de la sed de diversión, los sentidos se calman y no persigas los objetos, eso es felicidad; mientras que la infelicidad2 es la agitación debida a la sed por disfrutar. Si se permanece en la práctica de disfrute, los sentidos no pueden inclinarse hacia la renunciación, el disfrute incrementa la atracción así como la torpeza de los sentidos. Así que el disfrute no es el medio para conseguir la felicidad espiritual. El buscador de felicidad cae en el abismo de la miseria por el disfrute de los objetos y cada vez los desea más. Es como el hombre que al no poder evitar la picadura de un escorpión, consigue que le muerda una serpiente. Estas experiencias adversas al final conllevan miseria aunque en su momento proporcionen placer, para los Yoguis son únicamente causa de infelicidad ( las cosas que causan felicidad, con el paso del tiempo – para un no-Yogui -producen infelicidad, así que el Yogui con conocimiento discriminativo las considera infelices desde el principio).¿ Qué significa miseria aflictiva ?..A todos nos afecta el dolor cuando nos dedicamos a objetos animados o inanimados con aversión. Así surge el Karmāśaya de la aversión. Además, cuando el hombre (para superar la miseria aflictiva) busca placer con el cuerpo, mente y palabras, estos favorecen o producen el dolor en otros, cuyo resultado es la acumulación de piedad e impiedad. Este Karmāśaya es el resultado de la codicia y la infatuación. Por eso se conoce con el nombre de miseria aflictiva.¿ Qué es el dolor de Saṁskāra (impresiones subconscientes) ?…Las experiencias de placer y dolor producen sus correspondientes latencias. De la experiencia de placer y dolor resultante del Karma, se acumula nuevo Karmāśaya (mediante los Vāsanās correspondientes)3. Solo al Yogui causa dolor el eterno fluir de la miseria, porque la mente de un sabio es tan sensible como la superficie del ojo humano. Un simple hilito que no afecta para nada a otras partes del cuerpo, si puede dañar al ojo; así estas miserias (a causa de la naturaleza mutable de las cosas) solo afectan al Yogui que tiene esta sensibilidad y no a los demás. Los demás, cuya mente esta sujeta a la ignorancia, colapsada eternamente por Vāsanā y sujeta a las nociones erróneas de “mi” y “mío” que imposibilitan temporalmente la consecución del conocimiento correcto del ser; sufren la miseria debido a sus propias acciones. siguen cayendo y recuperándose de la miseria una y otra vez, cuyo resultado es el nacimiento y consecuencias continuas de la triple miseria producidas por causas externas e internas. El Yogui, sin embargo, viéndose a si mismo y a los demás arrastrados por este flujo eterno de miseria, busca refugio en el conocimiento correcto para eliminar todo sufrimiento.       También a causa de la mutua oposición de los Guṇas, para una persona discriminativa todo es dolor. “Las fases del Buddhi en forma de Sattva, Rajas y Tamas en continua reacción, dan lugar a experiencias de tranquilidad, intensidad o estupefacción. Los productos de los Guṇas están en estado de flujo – siempre mutando – , por eso a la mente se la conoce como de cambio-rápido. Cuando cualquiera de las formas del Buddhi (en número de ocho: mérito y demerito, aprehensión correcta e incorrecta, espíritu de apego y desapego, supremacía y su opuesto)(*) y sus estados (tres estados: tranquilidad, miseria y estupor) se vuelven mas intensos, se opone a las más débiles, mientras que las formas y estados mas débiles cooperan con los mas fuertes”. Así los Guṇas a causa de su continua interposición producen experiencia de placer, dolor y estupor. Toda experiencia posee aspectos de los tres Guṇas (Sattva, Rajas y Tamas), pero sus características especificas (Sāttvika, Rājasika y Tāmasika) – de la experiencia- se deben a la preponderancia de un Guṇa en particular. Por esta razón (que nada puede ser puramente Sāttviko o producir únicamente placer) todo lo existente (incluido el placer mundano) significa miseria para una persona discriminativa.       La ignorancia es la raíz causal del predominio inmenso de la miseria y el dolor, mientras que el conocimiento verdadero es la causa de la desaparición de la ignorancia. a semejanza de la ciencia medica que tiene cuatro divisiones: enfermedad, causa de la enfermedad, recuperación y tratamiento, también la filosofía de la salvación tiene cuatro partes: ciclo de nacimientos, su causa, liberación y medios para conseguirla. el ciclo de nacimientos es Heya : lo que se ha de eliminar; la asociación de Puruṣa y Pradhāna (Prakṛti) es Heyahetu o causa de Heya (lo eliminable); la perpetua detención de esta asociación es Hāna o liberación; y el conocimiento correcto es el medio para la liberación (Hānopāya). la naturaleza real del Puruṣa - testigo de la liberación – nunca puede ser eliminada ni lograda, porque supondría su eliminación en el primer caso y su generación (obtenerla a partir de una causa) en el segundo. una vez desestimados ambos puntos de vista, llegaremos a la doctrina de la eterna inmutabilidad, es decir al conocimiento correcto4.

1Lo mundano al conllevar consigo nacimientos, está lleno de miseria. Los Yoguis iluminados con un carácter puro consideran este ciclo de nacimientos doloroso, e intentan producir su cese. Toda atracción produce finalmente dolor. La aversión produce directamente agitación mental cuya consecuencia es el dolor, mientras que de las latencias de la experiencia de placer y dolor surge el sufrimiento debido a esas latencias. Aunque el apego viene del placer y este se deriva del apego, incluso en el tránsito de uno a otro también hay dolor, el comentador lo ha mostrado con claridad.

La aversión es un sentimiento hacia las cosas dolorosas, por lo que resulta inevitable un sentimiento de miseria donde exista el odio. Cuando son experiencidos el placer y el dolor, se producen latencias subconscientes en forma de Vāsanās. El Vāsanā al ser el molde del Karmāśaya es el origen de la miseria, porque las latencias de Vāsanā originan la acumulación del Karmāśaya.

La aversión es una forma de error, por eso mismo es la causa del sufrimiento. Aquí puede surgir la siguiente pregunta: ¿ No surge placer del odio hacia el pecado ?…esto no significa miseria. Es cierto. El odio hacia el pecado significa odio hacia el dolor. Si la miseria se eliminara así, produciría felicidad. Sin embargo, una vez que se efectúa el remedio existe dolor, pero es muy pequeño, mientras que en el fin la felicidad es mas grande. El odio hacia el pecado es consecuencia de la experiencia de la propia miseria; así que la miseria viene por el odio y el odio por la miseria, ambos son señales inconfundibles del odio.

La miseria final que surge del apego es de contingencia futura, la aflicción debida al odio es para el presente y la latencia del dolor tiene relación con el pasado. Es la opinión del autor del Maṇiprabhā, que es coincidente con el testimonio del comentador, que da a entender que existe placer en el apego pero que al final produce dolor, mientras que en el odio existe miseria en el presente y en el futuro. De las latencias de pasadas experiencia de placer y dolor, aparece la miseria futura. Por tanto, de los tres aspectos resulta la miseria futura, lo cual ha de ser evitado.

Del análisis del carácter de los efectos, se aprecia que lo mundano es responsable de todas las miserias. Un examen de la causa básica también demostrará la imposibilidad de mantenerse puro, el placer fluye contínuamente del ciclo de nacimientos. Los tres Guṇas, Sattva, Rajas y Tamas constituyen los ingredientes básicos de la mente. Su naturaleza los hace trabajar juntos. Si en un estado se advierte la preponderancia de un Guṇa determinado, dicho estado toma el nombre de ese Guṇa : Sāttvika, Rājasika o Tāmasika. Un estado Sāttvika también incluye a Rajas y Tamas. Felicidad, miseria y estupor son respectivamente modificaciones Sāttvika, Rājasika y Tāmasika. En cualquier modificación están presentes los tres Guṇas, no puede existir una felicidad indefinida libre de Rajas y Tamas, y debido a su carácter “subversivo” sus modificaciones producen dominio alterno. Por eso la miseria y el estupor, son inevitables tras la felicidad. Concluyendo, es imposible mantener un placer de indefinida duración en este mundo.

2 La costumbre de saborear el placer que produce el disfrute sensorial habitúa a los sentidos y finalmente producen gran infelicidad.

3 La latencia en este caso, se refiere a las impresiones subconscientes de experiencias en forma de Vāsanās, no a las impresiones latentes de actos píos o impíos. A estos últimos se ha hecho referencia cuando se ha hablado de miserias consecuentes y aflictivas. Vāsanā únicamente produce memoria. Esta memoria es de nacimientos, longevidad y experiencia. Vāsanā por sí misma no produce dolor, pero al ser receptáculo de las impresiones latentes de Karmāśayas píos y viciosos, se convierte en la causa de la infelicidad. Es un caso similar al de un horno, el mismo no es la causa directa del calor pero quema, es sólo el receptáculo pasivo donde se quema el combustible almacenado. Vāsanā es igual. En el horno de Vāsanā se almacena el Karmāśaya combustible, que produce el fuego abrasivo de la miseria.

4 La naturaleza real del agente que destruye la miseria no puede ser realizada, porque Puruṣa el destructor de la miseria, no es ni causa ni efecto.

Si Puruṣa fuera mutable, el inalterable estado de liberación sería imposible. Sin embargo, la existencia del agente no puede ser eliminada, es insostenible la teoría de que no existe Puruṣa detrás de la mente. Ya que si fuera así, no existiría inclinación hacia la eliminación de la miseria. Cese de la miseria y disolución de la mente son lo mismo. Si no existiese ninguna entidad básica tras la mente, no existiría esfuerzo alguno para su disolución. De hecho buscamos la liberación con la idea: “permitidme la liberación de la miseria mediante la suspensión de las actividades mentales”. Resulta racional pensar : “Quedaré libre de la miseria cuando sean detenidas las actividades mentales”, existirá una permanencia como puro “Yo”, libre de las dolorosas punzadas de la miseria. El ser que se encuentra tras la mente es la naturaleza real del agente. Si no se admite la existencia de este agente, no es posible contestar a la pregunta: ¿Para quién se busca la liberación?

Por lo tanto, ambos puntos de vista : que la consecución del agente es objeto factible y que este no existe, son insostenibles. El punto de vista de que el agente en su naturaleza real – el Ser – es de existencia inmutable y eterna, expresa el conocimiento correcto.

Jesús Melero

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