Cabezas de familia

Se ha hablado mucho en los textos antiguos sobre la figura del Grahasta (cabeza de familia), sin embargo, actualmente lo simplificamos para definir a alguien que forma una familia. Grahashta Ashram es el periodo más importante de la vida, y se afirma que es el mejor a nivel tanto físico como mental. Es el más agitado y el más duro a su vez, pues está lleno de responsabilidades a cumplir hasta al menos los sesenta años, cuando ya nos jubilamos. Por tanto, ¿cuáles son las tareas y los privilegios de estas personas?¿cuáles son los deberes y los derechos de alguien con ese rol en la sociedad? Pues bien sabemos que no existe derecho sin obligación.

Durante este periodo de Grahastha Ashram, debemos permanecer muy atentos a los demás, a la sociedad y las responsabilidades, no podemos pensar en nosotros mismos. El sentido de la responsabilidad de una persona cabeza de familia es muy grande puesto que ha de trabajar para sí mismo/a  y también para los demás. No obstante, a su vez, es un periodo de gran aprendizaje y, si hemos encauzado este periodo correctamente, nos mantendremos mental y, si,  físicamente, en forma. Este periodo es una parte muy importante de la vida que se vive de forma muy reveladora, lo que nos aporta un sentido de provecho y de éxito.

A menudo relato una historia sobre un matrimonio de marido y esposa que se sientan a comer. El marido se queja de que los chappatis están demasiado fríos. A pesar de que la mujer acaba de cocinarlos y están aún calientes, ella dice: “volveré a calentarlos”. Entonces, se dirige a la cocina, los calienta de nuevo y se los sirve al marido. Mas tarde, van a hacer la compra y la mujer se queja de que hace demasiado calor: “mejor llevamos sombrilla para el sol”. El marido asiente amablemente, aunque estén en la época de menor temperatura del año, la previa al monzón. Esta actitud nos parece ridícula, nos reiríamos de una actitud tan lacia, ambos se complacen y no se contradicen, simplemente tratan de mantener una buena armonía en el matrimonio.

En esta palabra, Grahastha, se sugiere que se construya un hogar entre dos personas a través de una tarea de cooperación. La importancia del “YO” y de las opiniones pasa a un segundo plano, algo extremadamente difícil, pues cada miembro de la pareja posee sus ideas fuertemente fijadas y no quiere dejarlas de lado por un compromiso. Puede que exteriormente digamos que sí, pero internamente no se suele llevar a cabo.

Así, Grahastha hoy en día no es un estado emocional muy de moda en nuestra sociedad. Cuando dos personas se unen siguen juntas hasta que su relación se complica; sin embargo, no existe un objetivo claro o un esfuerzo constante detrás del compromiso, sino que existe una gran tensión que se refleja en el modo en que funcionan los hogares y la forma en que los niños se crían en los mismos.

 

DR. JAYADEVA YOGENDRA

Charla durante el PARISAMVAD en el Yoga Institute Mumbai

TRADUCCIÓN: OIHANE CASTILLO

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