En cierta ocasión se produjo un debate entre los órganos del cuerpo para saber quién era el más poderoso e importante.  Preguntaron en primer lugar al creador: “Señor, ¿Cuál de nosotros es el más poderoso?”. “Aquél  del que dependa la existencia de todos los demás”, fue la respuesta. Uno por uno probarían si su ausencia paralizaba el conjunto. Por ejemplo sin la voz se puede funcionar perfectamente, no es imprescindible. Una función orgánica podía ser determinante para el resto del sistema. La respiración se preparó para mostrar el valor de su función; el resto de oponentes, al ver la que se venía encima desistieron anticipadamente del desafío, reconociendo la importancia y valor únicos de la función del Prana según los textos clásicos del tema.

La palabra Prana se deriva del término Prayama, movimiento. Es una palabra muy  antigua, se encuentra en los primeros textos escritos de la humanidad, los Vedas. Actividad es sinónimo de Prana. Es la fuerza bio-mental que actúa en perfecta armonía con la conciencia desde el momento del nacimiento, supervisa de principio a fin todas las modificaciones tanto físicas como sicológicas. Al ser de naturaleza retentiva, el inicio de su movilidad se origina con la excitación sensorial. Existe una unión funcional íntima entre los órganos sensoriales y Prana. Una vez inicia su agitación, la fuerza bio-mental se activa en diferentes zonas orgánicas creando diferentes tipos de impurezas sicológicas, nerviosas y patológicas. La agitación es permanente, a la actividad le acompaña un registro de sus desplazamientos en forma de memorias a nivel subconsciente.  Vasana y Prana son los cimientos de Chitta.

Determinadas investigaciones científicas (Alexei Katkov) han demostrado que la acumulación puede deberse a un peculiar régimen de oxígeno de un organismo, su capacidad de aprovechar al máximo la energía de los electrones de cada átomo de oxígeno.  Los doctores. A. Romen e Inyashin utilizando técnicas especiales de fotografía, detectaron cambios específicos en la corona circular o aura de la punta de los dedos que se debía al incremento de liberación de electrones por el organismo. Algunas investigaciones apuntan que Prana se ocupa de la absorción, asimilación y expulsión de la carga iónica negativa bajo la influencia de un campo electrostático vertical,  que se manifiesta en grados distintos en toda la superficie terrestre.

Shri Yogendraji en estrecha colaboración con el profesor S. N. Dasgupta especialista en literatura Hindú y filósofo,  estudiaron este fenómeno con gran detalle.  Encontraron en los antiguos Upanishads referencias a Prana como la suma total de la energía cósmica. “En el inicio de la vida, el cuerpo se asocia con Manas (mente) y Prana  se expande por todo el organismo como una sombra. Una vez se establece comienza a organizar sus funciones delegando obligaciones a sus subordinados, cada sentido se encarga de una tarea específica todos conectados al generados central o Prana”. Todos sabemos que la actividad mental y la respiración están íntimamente unidas. La variación de los ritmos respiratorios son un reflejo fiel del estado de ánimo y viceversa. Es evidente que el control de Prana requiere estabilidad mental, pero también es cierto que la actividad mental puede manejarse si se dominan las fuerzas básicas de Prana. Por eso la manera más sencilla de control de Prana es dominar el proceso respiratorio, porque es el centro de mando de las actividades básicas.

Prana tiene una jerarquía general y otra superior (prana mukhya) que esta compuesta por diez actividades de alta especialización biológica. Las más representativas son: Prana, Apana, Samana, Udana y Vyana. No hay confusión posible ante tanta denominación porque el estudiante sabe que todas ellas son diferentes nombres de Prana en sus distintas modificaciones de actividades locales (Siva Samhita III,3).

Prana distribuye sus funciones mediantes agentes locales obligados a operar dentro de una espacio acotado. Existen centros localizados del cuerpo que realizan labores específicas bajo la supervisión y mando de la fuerza principal.

Shri Yogendra en algunos de sus estudios inéditos ha detallado las funciones específicas, localización, color, origen (uno de los cinco elementos), etc. en relación a las funciones subsidiarias de la fuerza matriz. Las modificaciones mentales  producidas por las percepciones sensoriales del mundo exterior. Prana es el vehículo que crea estas modificaciones y que a la vez, sostiene todo el ciclo completo de acciones y reacciones.

Según los Hatha-Yoguis el control de Prana conduce a las metas más elevadas del Yoga.  No es exactamente así, sino que el control de Prana produce una condición mental equilibrada que permite el incremento del conocimiento discriminativo. Es el  conocimiento perfecto lo que realiza el objetivo final del Yoga: Kaivalya o independencia absoluta.

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