Sobre la PRÁCTICA y el DESAPEGO 2 – VAIRAGYA

Sobre la PRÁCTICA y el DESAPEGO

“VAIRAGYA”

Están las uvas amargas?…..

La zorra saltaba intentando alcanzar las uvas pero no llegaba, estaban demasiado altas, así que por impotencia desistió, “todavía están verdes” comentó; estaban maduras pero imposibles de alcanzar. Nosotros tampoco renunciamos a las cosas voluntariamente, sino que nos vemos incapacitados para el esfuerzo que exige su consecución. Si estás enfermo y has perdido el apetito, es ridículo alardear de que has superado el deseo de comer, el organismo rechaza cualquier alimento. La cosa será muy distinta cuando recuperes el apetito y esté a mano toda la comida que te apetezca, ahí si tendrás que mostrar la fortaleza en la disciplina alimentaria.
Determinados desordenes sicológicos, producen un cambio anormal en el equilibrio de funciones biológicas cotidianas. Lo cual no tienen porqué representar un obstáculo para el desarrollo espiritual. Si estas pasando por una etapa de temor y angustia, habrá consecuencias, perder el apetito puede ser una de ellas. Pero una vez que la situación se ha solucionado, todo vuelve a la normalidad. Hay Saddhus y Sanyansis que hacen alarde de un profundo desinterés, desapego, equilibrio, etc. Sin embargo, en cuanto se presenta la mínima ocasión para disfrutar de los placeres mundanos, muestran sus deseos reprimidos. Este hecho revela que la renuncia y el dominio eran absolutamente falsos. El desinterés o indiferencia verdadera que el Yoga propone comienza con un planteamiento fundamental, aplicar un conocimiento discriminativo entre lo real e irreal. El destino final del camino auto-evolutivo es la meta espiritual. Para que esta actitud arraigue y se fortalezca, se necesita una mente más serena y equilibrada. La confusión es general, episodios casi continuos de ira, envidia, y otros pensamientos negativos impiden disfrutar de un estado mental reposado y agradable. El cultivo del desinterés comienza por generar sentimientos internos de amistad, compasión, etc. que utilizados en su justa medida, eliminan la toxicidad (Mala) de la mente.

Según estos sentimientos positivos se incrementan, crece paralelo y en la misma medida el desinterés psicológico. Este momento exige un auto-examen para saber que estímulos sensoriales se han subyugado y cuales tienen aún el poder de desestabilizarnos. No es nada fácil una reflexión intelectual de estas características. En el caso particular de los Yoguis, en esta etapa manifiestan un desinterés casi absoluto por los objetos materiales, pero los sutiles aún están totalmente operativos. Algunos individuos de las esferas altas de la sociedad manifiestan su desinterés hacia la riqueza y el confort, pero siguen apegados al poder.
El plano supremo de desinterés significa maestría absoluta sobre todas las cosas materiales. Pero aún no es la meta, todavía es un plano inferior, debe corresponderse con un nivel de desarrollo similar en al plano espiritual. El desinterés absoluto fundido con el conocimiento espiritual culmina con la liberación de cualquier tipo de esclavitud.

 

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